lunes, 13 de julio de 2009

UNA NOCHE EN TU HABITACIÓN.

Adelante, por favor.

Dígame
¿Cómo llego aquí?

¿Lo esperaba en realidad?

Siéntese
¿Quiere algo de tomar?

¿De dónde viene tan apurada?
-del cielo- dijiste sonriendo.

Ella simuló sonreír en su rostro triste
Pero lloró y secó sus lágrimas.

Desde mi cama la observé desnuda.

Como un puñal ingreso a mi cuerpo
El rostro de una dulce ausencia.

-Eres tierna- le dije, acercándome.

¿Te puedo abrazar y dar un beso?

Tomé una rosa y se la entregué
Doblando mi cuerpo hacia el dolor.

-Poeta de bar oculto- respondió fuertemente
En tanto rechazaba la rosa.

Me pusiste una cruz en el cuerpo.

Lanzaste un elogio a la tristeza,
Una burla a la felicidad.

Recosté mi cabeza a la almohada
Con tal fuerza que se desplumó.

En estos instantes
los mounstruos rieron golpeando la puerta.

-Largo de la habitación- grité furioso
Empuñando las manos y mordiéndome los labios.

¡Es hora de partir de aquí!
¿Sólo de aquí?

Cuando avanzó hacia la ventana
Me di cuenta que caminaba en el aire.

Lentamente suspiraba con los crespos hechos
Levantando las manos en señal de cruz.

Y en el viento se alejó de la habitación
Porque el sol quiso ya asomar.

Es verdad que no estás presente
Pero tu ausencia duele
Y tu recuerdo no se apagará.

Muerta en vida diré así Remedios
Pero conservaré nuestra habitación.

No hay comentarios: