“SILENCIANDO MI SILENCIO”
He silenciado mi silencio
Contemplando tristemente el mundo
Sin usar el pensamiento
He creído no tener ojos
Ni corazón, ni oídos
Ni manos, ni pies
Y un sonido estrepitante
Vuela en mil pedazos
Mi cuerpo
Despertando mi silencio.
viernes, 6 de agosto de 2010
A YERLIN.
A: Yerlin
No eres el silencio que busco,
Pero puedes sentirte deseada
En la infinitud del mundo.
Sentir tus labios es un alivio
Para mi existencia.
No eres el silencio que busco,
Pero puedes sentirte deseada
En la infinitud del mundo.
Sentir tus labios es un alivio
Para mi existencia.
viernes, 12 de febrero de 2010
“MUJER DE PAN Y AGUA” POR PAOLO ASTORGA.
Favio Álvarez Ojeda
Sobre el autor:
Favio Álvarez Ojeda. Es amante de la literatura y de una mujer perfecta e invisible que guarda a media luz en un pedazo de papel. Aún no muere ni piensa hacerlo. Ha publicado el poemario Cuerpo del silencio (2008) en la edición “Habitación 01” dirigido por el licenciado César Pineda. Participa en el Movimiento Literario “Di-versos” de Ate – Vitarte. En estos momentos se encuentra preparando la edición de su novela “Mujer de candela”.
Nota:
*Reseña aparecida en la Revista Literaria Remolinos # 42, Febrero - Marzo del 2010, págs. 163 – 165.
Tomado del blogs:
http://nidodepalabras.blogspot.com/
Ediciones Di-versos, 2009
“MUJER DE PAN Y AGUA DE FAVIO ÁLVAREZ OJEDA”
“MUJER DE PAN Y AGUA DE FAVIO ÁLVAREZ OJEDA”
Por: Paolo Astorga
Mujer de pan y agua (Ediciones Di-versos, 2009) escrito por el poeta peruano Favio Álvarez Ojeda, es un recorrido por los túneles de la añoranza y la nostalgia por lo amado. El poeta irá desnudándose con sus sentimientos a medida de que el silencio y la realidad lo vayan convirtiendo y convenciendo del presente que madura en ausencia, ausencia del ser amado, o que se amó, o que aún se ama. Aquí la poesía fluye como fluye el melódico movimiento de los ríos diáfanos hacia un mar inhóspito. El poeta intenta la trascendencia de sus sentimientos en esa obsesión que demarca el silencio, la contemplación:
Más allá del silencio,
Mujer de pan y agua (Ediciones Di-versos, 2009) escrito por el poeta peruano Favio Álvarez Ojeda, es un recorrido por los túneles de la añoranza y la nostalgia por lo amado. El poeta irá desnudándose con sus sentimientos a medida de que el silencio y la realidad lo vayan convirtiendo y convenciendo del presente que madura en ausencia, ausencia del ser amado, o que se amó, o que aún se ama. Aquí la poesía fluye como fluye el melódico movimiento de los ríos diáfanos hacia un mar inhóspito. El poeta intenta la trascendencia de sus sentimientos en esa obsesión que demarca el silencio, la contemplación:
Más allá del silencio,
Las palabras duermen.
Más allá del amor,
Más allá del amor,
El pensamiento no responde.
Se desnuda
Groseramente ante un mal
hermoso de armonía bulliciosa
que se cobija en el silencio y la
oscuridad.
El poeta ha configurado una bitácora de sus vivencias, de sus remembranzas de amor. Aquí la mujer es “comunión” que permite no sólo una relación íntima con sus sentimientos rescatados del olvido, sino que nos permite a su vez ver un flameante deseo por conseguir aunque sea en “esencia” ese cuerpo amado, esa mujer que se funde en el universo:
Mujer
El poeta ha configurado una bitácora de sus vivencias, de sus remembranzas de amor. Aquí la mujer es “comunión” que permite no sólo una relación íntima con sus sentimientos rescatados del olvido, sino que nos permite a su vez ver un flameante deseo por conseguir aunque sea en “esencia” ese cuerpo amado, esa mujer que se funde en el universo:
Mujer
De pan y agua
Fuente de belleza
Manantial de confusión
Evocación presuntuosa
De necesidad
Y deseo tangible.
Como observamos, el poeta intenta de todas formas reconstruir ese “alimento dialéctico” fundado en la belleza y la carne que la contiene. Para el poeta la belleza tiene siempre un significado apasionante y triste; rasgos de nostalgia que desgarran. Su poesía es un pulsar en el tiempo detenido, en esa naturaleza binaria e inseparable que es el amar algo más que una mujer, sino a la mujer mil veces universalizada:
Eres
Como observamos, el poeta intenta de todas formas reconstruir ese “alimento dialéctico” fundado en la belleza y la carne que la contiene. Para el poeta la belleza tiene siempre un significado apasionante y triste; rasgos de nostalgia que desgarran. Su poesía es un pulsar en el tiempo detenido, en esa naturaleza binaria e inseparable que es el amar algo más que una mujer, sino a la mujer mil veces universalizada:
Eres
En la vida un designio
En el silencio, un puñal,
Inefable tormento que se
consume en las venas.
El poeta viaja y llega hasta su último día, donde todo ya está consumido y a punto de consumarse la verdad, la realidad que dolerá como duele el eco de palabras lejanas: “He consumido / Mi presente / Mi futuro / Y mi pasado”. El poeta ya se sabe al filo del acantilado, al borde del encuentro con su yo presente, con su mismo ser ahora más apabullado por las utopías, se revela por fin el objeto amado, siempre lejos, lejos, pero ya reconocido, con un sitial magnánimo en el tiempo, en el espíritu del poeta que ha terminado su canto:
Eres
El poeta viaja y llega hasta su último día, donde todo ya está consumido y a punto de consumarse la verdad, la realidad que dolerá como duele el eco de palabras lejanas: “He consumido / Mi presente / Mi futuro / Y mi pasado”. El poeta ya se sabe al filo del acantilado, al borde del encuentro con su yo presente, con su mismo ser ahora más apabullado por las utopías, se revela por fin el objeto amado, siempre lejos, lejos, pero ya reconocido, con un sitial magnánimo en el tiempo, en el espíritu del poeta que ha terminado su canto:
Eres
Y serás,
La mujer de pan y agua.
Libia.
En suma este breve poemario amoroso y desquebrajante, envalentonado, frágil y sereno, intenta a su modo, darnos su mensaje público e íntimo, su vigor trepidante, su remanso de ojos perfectos. La poesía de Favio está en un constante contemplar, un observar infinito sobre el mundo que se ilumina al haber amado y no haber muerto en el intento.
En suma este breve poemario amoroso y desquebrajante, envalentonado, frágil y sereno, intenta a su modo, darnos su mensaje público e íntimo, su vigor trepidante, su remanso de ojos perfectos. La poesía de Favio está en un constante contemplar, un observar infinito sobre el mundo que se ilumina al haber amado y no haber muerto en el intento.
P.A.
Sobre el autor:
Favio Álvarez Ojeda. Es amante de la literatura y de una mujer perfecta e invisible que guarda a media luz en un pedazo de papel. Aún no muere ni piensa hacerlo. Ha publicado el poemario Cuerpo del silencio (2008) en la edición “Habitación 01” dirigido por el licenciado César Pineda. Participa en el Movimiento Literario “Di-versos” de Ate – Vitarte. En estos momentos se encuentra preparando la edición de su novela “Mujer de candela”.
Nota:
*Reseña aparecida en la Revista Literaria Remolinos # 42, Febrero - Marzo del 2010, págs. 163 – 165.
Tomado del blogs:
http://nidodepalabras.blogspot.com/
viernes, 22 de enero de 2010
UN POEMA: "A TI".
A TI
No haz de hablar cuando gimas
Porque tus palabras no son razón alguna.
He alimentado mi presente
Comiendo del encanto migajas de pasión.
Bendigo las huellas y me quedo en ellas.
Estás en mi hambre y mi sed
Y golpeas mi rostro con tus besos.
He preferido morir en calma
Y en medio de tu risa me he abrigado.
Hoy en tu llanto no existo.
No haz de hablar cuando gimas
Porque tus palabras no son razón alguna.
He alimentado mi presente
Comiendo del encanto migajas de pasión.
Bendigo las huellas y me quedo en ellas.
Estás en mi hambre y mi sed
Y golpeas mi rostro con tus besos.
He preferido morir en calma
Y en medio de tu risa me he abrigado.
Hoy en tu llanto no existo.
martes, 12 de enero de 2010
UN POEMA A LA MUJER INVISIBLE.
A D
Mujer esbelta y armoniosa
Tienes la piel de canela
Y los cabellos negros.
Parecen unas manzanas
Tus labios
En el celeste cielo de tus ojos.
Yo he pecado al besarte
Y mi memoria conserva el temor
Del eco vacilante de la indecisión.
De tu ser
Nace el alimento
Y el hambre.
Tu alma es de dos
Y tu cuerpo
De uno.
Hoy he creído ser de ti
Entrando tantas veces
Y saliendo
Una vez.
La luna surge
Hermosa, plena y misteriosa
En el interminable cielo.
La noche es larga
Como un llanto eterno.
Tu reino se aleja
Entre
La multitud.
Mis ojos educados
Te saludan
Tan cargados de llanto.
Mis manos groseras
Te tocan
Mas no encienden la llama.
Mi mente
Como un infante desea
Abrazarte, acariciarte y llenarte
De besos.
Despierto, despierto
Y te busco
Entre la oscuridad
Entre quejidos y gritos
Y una extensión de dolor se prolonga
Quitándole el alimento a la esperanza.
Te he perdido,
Te he perdido.
Amor incomprendido
Hijo de la reflexión,
La soledad y del tormento.
Mujer esbelta y armoniosa
Tienes la piel de canela
Y los cabellos negros.
Parecen unas manzanas
Tus labios
En el celeste cielo de tus ojos.
Yo he pecado al besarte
Y mi memoria conserva el temor
Del eco vacilante de la indecisión.
De tu ser
Nace el alimento
Y el hambre.
Tu alma es de dos
Y tu cuerpo
De uno.
Hoy he creído ser de ti
Entrando tantas veces
Y saliendo
Una vez.
La luna surge
Hermosa, plena y misteriosa
En el interminable cielo.
La noche es larga
Como un llanto eterno.
Tu reino se aleja
Entre
La multitud.
Mis ojos educados
Te saludan
Tan cargados de llanto.
Mis manos groseras
Te tocan
Mas no encienden la llama.
Mi mente
Como un infante desea
Abrazarte, acariciarte y llenarte
De besos.
Despierto, despierto
Y te busco
Entre la oscuridad
Entre quejidos y gritos
Y una extensión de dolor se prolonga
Quitándole el alimento a la esperanza.
Te he perdido,
Te he perdido.
Amor incomprendido
Hijo de la reflexión,
La soledad y del tormento.
viernes, 8 de enero de 2010
DOS POEMAS MÁS.
ESCRIBIR
La poesía:
Me descubre
Me acaricia
Me desnuda
Me hace suspirar
Llorar y odiar
Para luego escribir.
Escribir
Escribir…
EL AMOR
Por qué hablar de amor
Si el amor enferma.
Estoy contagiado
Y yo
Duermo
Duermo
Duermo
Y no despierto más.
La poesía:
Me descubre
Me acaricia
Me desnuda
Me hace suspirar
Llorar y odiar
Para luego escribir.
Escribir
Escribir…
EL AMOR
Por qué hablar de amor
Si el amor enferma.
Estoy contagiado
Y yo
Duermo
Duermo
Duermo
Y no despierto más.
sábado, 10 de octubre de 2009
Último día de mi 2do poemario "Mujer de Pan y Agua".
Último día
He consumido
Mi presente
Mi futuro
Y mi pasado.
Estás
Y no estás.
En tu piel
Llevas la tragedia de mis llagas.
Hoy tu cuerpo
Viste la inocencia de una mujer perversa y dulce
Que en líneas ondeantes
Navega
En una noche triste y planeada
En un mar desconocido, ausente,
Con vientos fuertes y crueles
Con manos manchadas de culpa.
Vistes
Tu sombra en la soledad de mi lamento
De mi angustia
De mi amor oculto en tus pasos que jamás se borrarán.
He cerrado una puerta
Sobre unas risas mal olientes
En medio de mi cobardía para sentirme en paz.
Cielos cercanos, tierra prometida.
Fugitivo encanto
De tenerte desnuda entre mis labios
Sobre un silente espacio.
En medio
De nuestro silencio me pregunto distante.
¿Dónde está
Tu cuerpo ahora?
Cuando me amas
¿Hacia dónde vas v o l a n d o?
Entre caminos de flores
En medio del cemento
Dejando tu nombre escrito en las miradas llorosas
Dejando tan solo un lamento
Dejándome sin palabras en un punto imaginado
Y una calle de encuentro
De la noche al día
De la luna al sol
De tu encanto a la eternidad.
Simplemente a las 10.
Mujer
De pan y agua
Dime:
¿Quién eres ahora para mí?
En el viento el eco interminable
Que juega entre las voces de mi pensamiento
Diciendo la verdad de tu magna existencia
Eres,
Y serás,
La mujer de pan y agua.
Libia.
He consumido
Mi presente
Mi futuro
Y mi pasado.
Estás
Y no estás.
En tu piel
Llevas la tragedia de mis llagas.
Hoy tu cuerpo
Viste la inocencia de una mujer perversa y dulce
Que en líneas ondeantes
Navega
En una noche triste y planeada
En un mar desconocido, ausente,
Con vientos fuertes y crueles
Con manos manchadas de culpa.
Vistes
Tu sombra en la soledad de mi lamento
De mi angustia
De mi amor oculto en tus pasos que jamás se borrarán.
He cerrado una puerta
Sobre unas risas mal olientes
En medio de mi cobardía para sentirme en paz.
Cielos cercanos, tierra prometida.
Fugitivo encanto
De tenerte desnuda entre mis labios
Sobre un silente espacio.
En medio
De nuestro silencio me pregunto distante.
¿Dónde está
Tu cuerpo ahora?
Cuando me amas
¿Hacia dónde vas v o l a n d o?
Entre caminos de flores
En medio del cemento
Dejando tu nombre escrito en las miradas llorosas
Dejando tan solo un lamento
Dejándome sin palabras en un punto imaginado
Y una calle de encuentro
De la noche al día
De la luna al sol
De tu encanto a la eternidad.
Simplemente a las 10.
Mujer
De pan y agua
Dime:
¿Quién eres ahora para mí?
En el viento el eco interminable
Que juega entre las voces de mi pensamiento
Diciendo la verdad de tu magna existencia
Eres,
Y serás,
La mujer de pan y agua.
Libia.
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